La izquierda aborrece a los bilingües

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El marxismo occidental es una extraña doctrina, tuvo que transformarse y aprender que los procederes cruentos de sus predecesores en el continente europeo dejan un trauma emocional colectivo que muchos rechazan.

El partido político español Izquierda Unida, unos comunistas tan rancios como Pablo Iglesias y Podemos, pero menos conocidos en Venezuela, son de los muchos chulos internacionales con los que cuenta el régimen comunista de Venecuba para poder alardear de lo poco que hacen por la nación venezolana.
Resulta que los chavistas españoles de Izquierda Unida han lanzado una campaña en contra del bilingüismo a través del brazo político que tienen en las univerisdades españolas que manipula el lobby de la educación al meterse en los sindicatos de maestros y profesores:

El OxEP (vaya fascinación de los comunistas con los acróminos) es un Observatorio de Educación Pública que busca una serie de reformas en el sistema educativo español no para mejorar la educación sino para adoctrinar a los niños.

Resulta muy irónico el cómo los comunistas que preconizan la educación y aman la educación pública ahora consideran que el que los niños aprendan un segundo idioma es algo que no les va a servir después de que pasaron décadas enteras pidiendo la inclusión de idiomas en el pénsum de estudios. Incluso el lograrlo lo consideran una reivindicación.

Los comunistas de OxEP publicaron un informe en el cual critican el hecho de que los programas de educación bilingüe le quitan financiación a programas escolares destinados a compensar desigualdades.
Si ciertamente aprender tu lengua natal es fundamental, como lo reconocen los comunistas de IU-OxEp, el aprender otro idioma para generar una masa de ciudadanos que no se limiten y que puedan intercambiar ideas y conocimiento con alguien que no hable el castellano. Si la educación bilingüe está siendo costosa e ineficaz, habría que preguntarse cómo un programa de compensación de desigualdades arreglaría eso.

«Nos acusan de querer abolir la explotación de los hijos por sus padres. Pues bien, confesamos ese crimen». – Manifiesto Comunista

La obcecación de los comunistas con la igualdad llega a extremos absolutamente perversos
Cuando Pol Pot hacía desastres en Indochina, lo hizo con una masa de adolescentes drogados, adoctrinados y hambrientos que mataban a machetazos y con ejecuciones sumariales a todo lo que consideraban una amenaza.
Lenin sabía que se podía transformar a una generación entera si se les educaba con valores socialistas, y reformuló junto con fanáticos docentes el pénsum educativo ruso, que después se extendió a toda la Unión Soviética. Los niños terminaron denunciando a sus padres de cometer actos contrarrevolucionarios cuando llegaban de la escuela diciendo alguna barbaridad socialista y las figuras parentales criticaban eso buscando formar al niño con valores familiares.

Para los comunistas los valores de educación familiar son armas en manos de la sociedad burguesa. Como los españoles no están produciendo como lo hacían antes y educaron a unas generaciones bobas que piensan que tienen todo ganado por sólo hecho de haber nacido, no han buscado dentro de si mismos la responsabilidad por sus actos de flojera y falta de sentido de masculinidad y le trasladan la culpa de ser una generación mediocre que medio habla bien al inglés:

¡¿Alguien se acuerda de la «relaxing cup de cafe con leche en Plaza Mayor»?! Basta con ver la obsesión de los pobladores de la Madre Patria con el uso de un idioma instrumental que les abre puertas, pero también se las cierra si no saben usarlo de forma inteligente.

Es bien sabido que la inteligencia no es ninguna «construcción social», ciertamente hay factores ambientales que pueden limitar al individuo en desarrollar su potencial intelectual, pero el potencial intelectual es sólo eso: potencial.

El informe critica que a los alumnos que se desempeñan mejor en el dominio del idioma inglés sean puestos en secciones donde compiten por la excelencia con sus pares.

¿Si la masa de alumnos aprende menos porque se les enseñan materias operativas como biología, ciencias, física, química y matemática en inglés, por que se procede a criticar que es por culpa del idioma en el que se les enseña?

Una falla crítica de este tipo de documentos es la marcada reticencia, recelo y rechazo con el que los sindicatos de maestros y profesores a que se audite y se revise su eficacacia como docentes. Este vicio ocurre tanto en España como en otros países de la Iberoamérica como México, Colombia y Venezuela.

¿No se les ha ocurrido a estos ilustres profesores que quizá los alumnos no aprenden ni el inglés ni el resto de las asignaturas porque quien les enseña ese idioma operacional es un limitado que apenas sabe decir «pencil», «blackboard» y «picture»?

La respuesta es NO, y como buenos marxistas trasladan la culpa a algo que llaman «colonialismo mental» haciéndole creer a la gente que está bien que tengas una segunda lengua pero que el hecho de que esa segunda lengua sea una lengua anglosajona ya te pone en añoranza de querer parecer un europeo del norte.
Si los extreme right-wingers anglosajones caen en espirales de pureza por defectos del carácter, este espiral de pureza idiomática nacido de las mentes enfermas de los comunistas es amenazante para la paz mental de los niños de la Europa hispanohablante.

Estamos hablando de que en las mentes de estos tipos, es más políticamente correcto que unos niños blancos aprendan a hablar el idioma de una tribu de áfrica del norte que aprendan inglés, que es un idioma operativo en el cual todo el mundo se puede entender.
En Cuba ya enseñan inglés, en China, otro país comunista hay más chinos que tienen el inglés como lengua natal que chinos que hablen mandarín.

Es preferible que los niños blancos españoles de una escuela pública a la que acuden negritos hablen swahili en su mayoría porque el vecindario donde viven ha sido invadido y colonizado por inmigrantes ilegales que meten a sus hijos en educación pública, viven cobrando el paro y que son tantos que han desplazado la relación de proporción de pobladores hacia una mayoria invasora en detrimento de la local

Después de todo, el dogma del marxismo occidental es que los únicos pueblos originarios que tienen validez moral para defender su tierra, cultura, lengua y valores son todos aquellos que no sean blancos.

Este tipo de contradicciones ideológicas sólo son posibles en un sistema político que deja en manos de enfermos mentales como los de Izquierda Unida la administración de la validez moral de los argumentos.
La guerra es cultural y si queremos progresar como derecha, tenemos que ganarla hasta en el terreno de las palabras y del cómo nosotros y nuestra progenie nos expresamos.

 

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